Por Eline Belgau, Mar Martín Murga e Irene Arrimadas
Revista de Escuelas Católicas. Diciembre 2020. Num.94. Págs. 44 a 47
3. Se adapta a los
ritmos biológicos
Sabemos que los niños necesitan periodos más cortos de
aprendizaje y con más descanso, con periodos de cambio y de ruptura, sobre todo
los más pequeños, para poder desconectar bien de la actividad que están
haciendo, descansar y poder volver a centrarse en la actividad nueva que siga a
continuación.
4. Evita un mayor
cansancio
Aunque pensemos que es lo contrario, se han realizado
estudios que demuestran que hay un mayor grado de cansancio entre al alumnado
en la última hora de la jornada continua (47% de los alumnos declaran sentirse
fatigados), que en la última hora de la jornada partida (un 27% de los alumnos
se sienten cansados). Aunque sea un argumento utilizado por los defensores de
la jornada continua, el cansancio no es mayor por la tarde en los centros con
jornada partida.