¿Tus estudiantes se sienten cómodos cuando tienen que hablar para el resto de la clase? ¿Cómo es su discurso? ¿Se programan actividades grupales o individuales en las que tengan que hablar en público? En muchos casos, la respuesta es negativa. Y es que se echa de menos una mayor presencia de la oratoria en las aulas, a pesar de sus beneficios tanto a nivel personal como de currículo.
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Fuente: educaciontrespuntocero