viernes, 5 de julio de 2013

Charla José Antonio 2ª PARTE






El Directorio, un manual de pedagogía y un libro de vida
 
Hacía falta pues, proporcionar a los Catequistas los medios para saber lo que ellos debían hacer y vivir. El P. Querbes pone entre las manos de los catequistas un librito que al principio era un manuscrito, del cual los postulantes habían hecho copias para los maestros. Dicho manuscrito no será impreso hasta 1836 bajo la forma de un libro de 220 páginas titulado: Directorio del Clérigo de San Viator, catequista parroquial. Dicha obra se divide en dos partes: los deberes personales del catequista: (piedad, caridad hacia las personas que le rodean, estudios y cuidados corporales), y las funciones que él ejerce, tanto en la Iglesia como en la Escuela. Esta última parte que ocupa la mitad del volumen, constituye el manual de pedagogía propiamente dicho, con sus dos secciones consagradas a la educación y a la enseñanza.
SOMOS 25. Y DESPUÉS ¿QUÉ?
EL GENOMA DEL EDUCADOR VIATORIANO
Valladolid, 28 a 30 de junio de 2013

 

ALGUNOS RASGOS DE LA PEDAGOGÍA DE LUIS QUERBES
DEL GENOTIPO AL FENOTIPO DEL EDUCADOR VIATORIANO (2/2)
 
(VIENE DE LA 1ª PARTE)
 
4.-  UNA ESTRUCTURA FORMATIVA Y ANIMADORA
 
Luis Querbes creó un equipo de maestros, definió las grandes líneas de un proyecto educativo y elaboró instrumentos pedagógicos, haciendo el seguimiento de sus escuelas con frecuentes visitas. Sabe jugar bien su papel de superior de una congregación dedicada a la enseñanza.
Algunos elementos:
 
4.1 MES DE FORMACION EN VACACIONES
Las vacaciones de verano no eran excesivamente largas, ni propiamente de ve­rano, pues duraban del 21 de septiembre al 21 de octubre, fiesta de San Viator. Según parece, la duración y la fecha no estaban reglamentadas por el Estado, sino que se aprovechaba la época de la vendimia, cuando los muchachos de la escuela rural eran requeridos por sus padres para ayudar en las tareas de la recolección.
Entonces los catequistas se trasladaban a Vourles. “provistos de la ropa necesaria y los libros y cuadernos de estudio”.
Recibían cada día del P. Querbes una conferencia sobre sus deberes religiosos y sus obli­gaciones de maestros cristianos.
Otros religiosos, generalmente los directores más experimentados, daban conferencias pedagógicas, clases modelo, cursillos, etc. Era una verdadera enseñanza mutua, pues ca­da uno aportaba aquello que mejor resultado le había dado durante el año.
Al final de las vacaciones había examen y presentación de los trabajos realizados du­rante el curso. La reunión acababa con los Ejercicios Espirituales.
 
VÍDEO 09 -  EL EDUCADOR VIATORIANO ES RETADOR Y PROVOCADOR
 
4.2 La Conferencia semanal
 
Para mantener viva en sus catequistas y educadores la llama del celo y del interés pedagógico y por los estudios, y como remedio al aislamiento y soledad de sus religiosos dispersos, el P. Querbes determinó se hiciese la “conferencia de los jueves”.
El jueves era día de asueto completo en Francia. Los Clérigos de San Viator estaban dis­persos, pero casi siempre en pueblos próximos unos a otros. Cada tres o cuatro constituían un magisterio, al frente del cual había un religioso de probado valer, que era quien presidía las reuniones del jueves.
En 1829, antes de haber hecho ninguna fundación, escribía en su primer esbozo de los Esta­tutos:
“Todas las semanas se reunirán los religiosos de las parroquias vecinas que forman un mismo magisterio, para la conferencia. En ella darán cuenta del éxito de sus trabajos durante la semana transcurrida, de la preparación hecha para la semana entrante, del estado de su clase y de sus estudios particulares y de los castigos impuestos”.
“A esta reunión llevarás también tu diario de clase o registro en el que has debido ir escribiendo día a día todo lo que te haya llamado especialmente la atención en la escuela”
Este cuaderno abarcaba ocho apartados de los que se tratará en otro lugar al hablar de los Registros escolares.
Estas reuniones eran claves para mantener el entusiasmo pedagógico, estimular la observa­ción y el interés por los temas profesionales. Si hoy son medios excelentes para promover la calidad de la enseñanza, mucho más necesario lo eran entre maestros aislados y con muy desigual preparación cultural y pedagógica.
Estas reuniones servían para mantener y concretar las directrices recibidas en la reunión de vacaciones.
VÍDEO 10 -  EL EDUCADOR VIATORIANO SE AFANA EN EL DIÁLOGO
4.3 EL VISITADOR
Para controlar la observancia de las directrices dadas y aconsejar a los que experimen­taban dificultades, dispuso el P. Querbes que todos los establecimientos fueran inspeccionadas por un visitador, que pasaría al menos una vez al año por las escuelas de varios maestros y dos por las de los catequistas aislados. Estos además eran visitados más fre­cuentemente por los superiores del magisterio del que formaban parte.
“Los inspectores deben estar convencidos de que de ellos y de su vigilancia depende el buen estado temporal y espiritual de la Sociedad...
El día de su llegada tendrá una reunión con los HH. y les incitará con toda amistad y bondad a renovarse en el espíritu de fervor y en el amor al estudio...Luego hará la visita del material escolar...(que detalla minuciosamente)...”.
“Visitará las clases e interrogará a los alumnos sobre las materias de estudio y so­bre todo acerca de la doctrina cristiana. Parte de la visita la dedicará a ver cómo explica el maestro sus lecciones”.
“Ante de dejar la casa, consignará en el memorial de visitas las recomendaciones que juzgue pertinentes”.
Quiere que la visita del inspector sea rápida, aunque sin precipitación.
“Haríais vuestra visita inoportuna y es preciso que os reciban con alegría. No hay que perder un momento, y cuando os hayan dado cuenta del estado material y espiritual, después de haber visitado las clases, los niños, el material os apresuraréis a coger vues­tra maleta. A lo más, a instancias de vuestros Hermanos, prolongaréis vuestra estancia entre ellos medio día más”.
 
La visita del inspector constituía, por otra parte, una garantía y punto de referencia para la valoración de maestros aislados, sometidos frecuentemente al juicio no siempre pondera­do ni justo de ciertos párrocos “originales
VÍDEO 11 -  EL EDUCADOR VIATORIANO SE TRABAJA DESDE LA DISPONIBILIDAD
 
B.- ESTILO  PEGAGOGICO PERSONAL
 
Aunque no sepamos bien como enseñaba en el pequeño internado de Vourles, podemos sin embargo observar la relación pedagógica que mantiene con sus hermanos, las cualidades que muestra y que revelan claramente su pedagogía. Señalamos a continuación algunos de sus rasgos personales en esta dimensión.
 
1.- VALORADO Y RECONOCIDO
 
Su prestigio como educador y director de las Escuelas viatorianas es manifiesto y un hecho lo demuestra: solicitan su colaboración, y realiza una destacada  aportación, en la elaboración de la Ley Falloux de Educación de 1850, que hizo realidad la libertad de enseñanza en Francia.
2.- UN  trabajador incansable
 
En numerosos textos el P. Querbes habla de la cualificación que los maestros y catequista deben adquirir y  lamenta que no sean más numerosos los que obtengan el Diploma que les capacite para ocupar un puesto de maestro. Les anima a trabajar personalmente, a elaborar un plan de formación, sobre todo en materias religiosas. Como Catequistas, no deben ni perder ni emplear mal un sólo instante del día. Es preciso que sus días sean llenos. (Comentario de los estatutos).
 
Sus días estaban realmente llenos. Además de sus tareas pastorales como párroco de Vourles, el P. Querbes dirige una Congregación que va en aumento, lo que le obliga a despachar mucha correspondencia, a viajar mucho, a negociar con unos y con otros, etc. Predica en Vourles y también en otras parroquias. Prepara correctamente y publica libros como por ejemplo la Lira parroquial (Recopilación de cantos religiosos populares y propios) o el Ordo perpetuo (Calendario de celebraciones religiosas). Sin duda, para los religiosos, que no se equivocan del todo, consagraba demasiado tiempo a sus trabajos personales y no el suficiente a ellos quienes, a veces, se encuentran confrontados a dificultades de todo tipo. El dejó en los archivos de la Dirección general los apuntes que tomaba en sus lecturas, los esquemas que le permitían hablar delante de los más diversos auditorios, los borradores de sus sermones. Y si al final de su vida nos dice un testigo, (el sacerdote Bouvard) que el P. Querbes: « improvisa, su espíritu, su corazón, su piedad estaban alimentados de la doctrina católica. El hablaba de la abundancia de su corazón, pero siempre sabiendo perfectamente lo que decía y adaptándose maravillosamente a las necesidades de su auditorio ».
 
Luis es un  pedagogo cualificado, que ha adquirido el dominio de lo que enseña.
 
VÍDEO 12 -  EL EDUCADOR VIATORIANO ACOMPAÑA LA VIDA Y ABORDA PROBLEMAS
 
3.- paciente
 
El P. Querbes tenía un carácter un poco petulante. Esta palabra, en francés, ha quedado un tanto anticuada para designar el temperamento de esas personas de reacciones vivas y que tienen dificultad para contenerse y hablar ante de pensarlo diez veces…Y de ello sus Catequistas, sus feligreses, incluso los desconocidos tuvieron la experiencia. Sin  embargo se mostraba paciente : El P. Querbes era de una gran « amenidad » (muy ameno) otra palabra antigua para designar un carácter, un lenguaje y una actitud marcados por la dulzura, la cortesía natural, la benevolencia que generan confianza) que bastaba con hablar un poco con él para descubrir la grandeza y la riqueza de su corazón. Os escuchaba con mucha paciencia, acogía vuestras confidencias, sufría con vuestras penas, se identificaba con vuestras desgracias y buscaba, y a veces encontraba, el remedio a vuestros males » (Jean-Pierre Blein)
 
Algunos abusaban un tanto de su paciencia: No desesperaba de nadie (…) Quizá su buen corazón le jugaba a veces malas pasadas al confiar en aquellos que no lo merecían ; pero, en realidad, se lo podemos reprochar ? Sus intenciones eras tan nobles y sobre todo tan desinteresadas que él no podía pensar que con ocasión de sus negociaciones y tratos alguien le pudiera engañar.
 
A veces se aprovechaban de sus buenas disposiciones para explotarle (id.). El mismo F. Blein precisa que el Fundador amaba a sus hermanos como si fueran sus propios hijos, hasta el punto de ponerse enfermo cuando perdía alguno (T. 13 § 9).
 
Corría el riesgo de llenar la Sociedad de personas que no tenían nada que hacer en ella. Cuenta el P. Etienne Gonnet que un día le preguntó por qué guardaba en su comunidad personas que hubiera tenido que expulsar y cuya conducta dejaba mucho que desear; el P. Querbes me respondió: Si se les expulsa serán almas perdidas, y si se les guarda quizá puedan convertirse. No hay que romper la caña cascada ni apagar la mecha humeante.
 
El « Siervo de Dios » cumplía a la perfección el oráculo de Isaías: No quebrarás la caña cascada ni apagarás la mecha humeante. Quizá el P. Querbes había olvidado que la frase del profeta se completa con hasta que el derecho se establezca sobre la tierra (Is 42, 3-4).
 
Luis es optimista. Cree que el fracaso de hoy podrá ser borrado con el éxito de mañana. Cree en el progreso de los alumnos.
 
VÍDEO 13 -  EL EDUCADOR VIATORIANO BREGA DESDE LA COMPASIÓN
 
4.- SERVICIAL y solícito
 
Luis como educador trabaja a fondo perdido, sin buscar su propio provecho. El sirve a quien educa y no a sí mismo.
Pero antes de hablar de esta actitud, digamos una palabra sobre el desinterés material del P. Querbes. El P. Hugo-María Favre nos cuenta que Luis Querbes era “de un desinterés admirable, no sabía ni calcular ni exigir sus derechos” (T.4/24). Testimonio confirmado por el H° Blein : “Su intención era tan pura y sobre todo tan desinteresada y tan poco desconfiada que él no podía creer que en las negociaciones le pudieran engañar. Ciertamente algunas veces aprovechaban de estas disposiciones para explotarle. No le gustaba hablar de dinero; le hubiera gustado que sus hermanos no costasen nada a los municipios donde él les enviaba (T.13/62). Sabemos, por la correspondencia recibida, que los hermanos no opinaban lo mismo porque tuvieron que sufrir por falta de recursos, tanto para sus escuelas como para ellos mismos en su vida cotidiana.
 
El P. Querbes tenía la autoridad del superior, apunta alguien de Vourles que le conocía bien (T.26/111). Y sin embargo, y cito al H° Blein, (el P. Querbes) “no era superior más que en su comunidad. Por todas partes se presentaba como servidor. Cuando visitaba sus establecimientos, siempre tenía miedo de molestar y se ponía a la altura de sus hermanos rechazando los honores (T.13/58).
 
El servidor va hasta olvidarse de sí mismo : “Cuando el señor Querbes pensó en la creación de su obra, continúa el H° Blein, renunció a toda promoción en el ministerio sagrado, promoción a la cual le daban derecho sus talentos y aceptó de buena gana las fatigas, los problemas y las pequeñas decepciones que le iban a tocar en suerte. Quién tendría el valor de quitar importancia a toda esta abnegación y a todos estos sacrificios? (T.13/62)
 
Esta desposesión, Luis Querbes la vivía cada día en su vida y en la de la fundación. Y esa es la causa de que la Sociedad de catequistas progresara entonces y exista hoy. Si se hubiera aferrado a su idea primera (fundar una cofradía de maestros cristianos), no se hubiera hablado de San Viator desde hace tiempo.
 
Y es porque él vivió esta desposesión que conoció ciertos desengaños y sinsabores. Cuando el P. Querbes funda en un país extranjero, encomienda a sus hermanos al obispo del lugar. Pero este abandono entre las manos de otra persona se puede revelar desastroso, como sucedió en San-Luis (EE.UU.) y en Agra (India). Aunque también puede producir frutos. El obispo de Montreal, por ejemplo, supo dar un fuerte impulso a la fundación canadiense y enraizarla sólidamente en esa bendita tierra.
 
Pero he aquí que, además de las trabas que ponía el gobierno, Monseñor Crozier proyecta fundar su propia congregación diocesana e incluso pide al P. Querbes que le ceda al P. Gonnet para ponerle al frente de esta nueva congregación ; Gonnet con quien con
 
Esta actitud de disponibilidad, este desapego están en la misma línea que esa gran corriente que viene de muy lejos y que tiene su fuente en la Biblia: el pobre delante de Dios sabe que no es más que un siervo y que no existe más que un Maestro al cual no puede remplazar.
 
VÍDEO 14 -  EL EDUCADOR VIATORIANO TRABA AMISTAD CON DIOS
 
 
 
5.- con sentido del humor
 
Un último rasgo que estamos contentos de encontrar en un educador y del cual el P. Querbes está dotado: el sentido del humor, que permite relativizar los propósitos y las actitudes del joven educando, desdramatizar las situaciones conflictivas y no tomar todo a la tremenda.
 
Todos los testimonios concuerdan: el P. Querbes tenía una réplica que podía llegar a ser mordaz. “Durante su juventud, precisa el H° Salín, era extremadamente travieso y le gustaba hacer juegos de palabras; ya de mayor, estaba realmente contento cuando podía hacer una jugarreta a uno de sus condiscípulos o a alguno de sus hermanos. Replicaba fácilmente y !ay de aquel que quisiera reírse de él ! De todas formas, por modestia, él no atacaba nunca el primero ni monopolizaba la conversación. Pero como sus hermanos le sabían lleno de picardía, provocaban al P. Querbes, persuadidos que al final él sólo llevaría el peso de la conversación.” (T.19/87).
 
Un antiguo párroco de Vourles que le conocía bien, confirma el testimonio : “De carácter alegre, de humor caústico, pero nunca desagradable, el P. Querbes era excelente contando chistes ; animaba como nadie tanto una conversación como una reunión de amigos (T.33/126).
 
Pero no estamos aquí en presencia de lo que podemos llamar « un tipo gracioso », incluso si el carácter festivo y las cualidades de su espíritu que hemos descrito, predispongan a ello. Se trata de un humor capaz de llamar la atención a alguien o de darle una lección sin que el otro se diera cuenta. El sacerdote Bouvard da un ejemplo. Se trata del alcalde de Vourles quien, antes de ejercer esa función, había sido guarda nacional, es decir que formó parte de esa milicia popular y republicana que estaba movilizada y preparada para mantener el orden entre la población, pero que era, en el fondo, una escuela de liberalismo y de anticlericalismo. Los guardas nacionales tenían uniforme. El alcalde tenía la costumbre, los días de fiesta, de ponerse el sombrero de guarda nacional, aunque no lo fuera ya que ahora era alcalde.
“Nadie se atrevía a llamarle la atención por su originalidad o por la puerilidad de su gesto. El día del Corpus Christi, con ocasión de la comida ofrecida a los cantores y a los miembros de la fábrica (consejo parroquial), a la cual el señor alcalde tenía el honor de asistir con el sombrero de guarda nacional, el P. Querbes alabó el sombrero diciéndole que decoraba muy bien su augusta persona, y que también podría decorar cualquier cabeza, y diciendo esto cogió el sombrero y se lo puso. Todos los asistentes se partieron de risa. El Alcalde se curó de su vanidad” (T.33/125).
 
Pero el humor auténtico es cuando nos reímos de nosotros mismos. Es esa mirada crítica sobre la propia persona, una verdadera mirada, incluso divertida. Al comienzo de una carta dirigida al P. Faure, Luis Querbes escribe lo que sigue: “Usted ya conoce los deseos que yo he formulado con respecto a usted, en respuesta a los suyos, con ocasión del Año nuevo. Efectivamente, nosotros debemos ser santos y yo en particular. Más que nunca siento que Dios me pide todos los sacrificios. Gracias a su bondad, no experimento repugnancia frente a ninguno. Sin embargo las maravillas que El realiza sobre nuestros novicios me confunden y me reconfortan. Rece a menudo por mí en la Santa misa para que pueda triunfar de mi carácter petulante, que usted ya conoce. Me parece que si se empieza a notar menos, es que las ocasiones empiezan a faltarme” (DQ 306/6.30).
 
 
VÍDEO 15 -  EL EDUCADOR VIATORIANO DESPRENDE AROMAS DE HUMOR
 
 
José Antonio González, csv
(FIN)
 
Madrid, JUNIO de 2013
 
Documento elaborado, fundamentalmente con el texto de la Conferencia: “Luis Querbes: una pedagogía” del Hº Robert Bonnafous, csv., Bogotá enero de 1998 y algunos complementos extraídos del libro: “La Obra Pedagógica de Luis Querbes” del Hº Luis Gutiérrez csv.




Los vídeos se pueden visualizar en el Blog, localizándolos mediante el buscador incorporado, al escribir la palabra que hace referencia al valor señalado en cada uno de ellos.