La murmuración es tan antigua como la humanidad.
Se murmura de todo y de todos.
En la murmuración, por respeto, escucha a la persona; pero también por respeto a los demás.
A la murmuración no le des cabida en tu corazón.
Recuerda la sugerencia de san Pablo: "Quédate con lo bueno y desecha lo malo".
FELIZ VIERNES.