Se le llamó "Ideario del centro educativo viatoriano".
En esta segunda entrada sobre el Carácter Propio de 2013, te presentamos lo recogido sobre la TAREA EDUCATIVA.
2. LA TAREA
EDUCATIVA
El colegio viatoriano proyecta su tarea educativa promocionando valores, actitudes y comportamientos coherentes con el Evangelio, agrupados pedagógicamente en tres dimensiones: individual, social y religiosa. Invita a todos los estamentos y miembros de la Comunidad Educativa a ser agentes en la adquisición y puesta en práctica de los mismos.
2.1. Dimensión personal
El colegio viatoriano, como estructura al servicio de las personas, ofrece y propone un programa educativo integral, para formar personas según el modelo del Humanismo Cristiano. Los estamentos de la Comunidad Educativa trabajan para que cada miembro de la misma:
- Desarrolle su interioridad.
- Potencie su autoestima, la expresión de vivencias y
sentimientos, la empatía, el perdón y el agradecimiento.
- Fortalezca la convicción de que la persona vale más
por lo que es que por lo que tiene,
- Sea respetuoso con los demás más allá de su origen,
sexo, cultura, lengua, credo religioso, ideología,…
- Muestre una actitud solidaria y fraterna con todas
las personas, como hijas e hijos de Dios y hermanas y hermanos en Cristo.
- Fomente con un espíritu abierto la paz, la
convivencia, el diálogo entre las personas y los pueblos.
- Crezca en responsabilidad personal y en el sentido
del deber, en la asunción del trabajo como enriquecimiento de la propia
persona y medio de inserción social y profesional.
- Actúe con sentido de justicia en las relaciones interpersonales
y sociales, comprometido en la transformación de las estructuras sociales,
económicas y políticas injustas.
- Sea crítico con la información que recibe, y sepa
discriminar lo valioso de lo menos importante.
- Respete el crecimiento y la maduración de cada
persona como hombre y mujer, originales en su identidad e iguales en
dignidad.
- Crezca en libertad personal, en un proceso de
progresiva liberación de los condicionamientos internos y externos, rechazando
todo atentado contra la libertad de los individuos, de los grupos y de los
pueblos, siendo educado para la cooperación y no para la competitividad.
- Tenga una visión positiva de la persona y del
acontecer humano, motivando así su esperanza.
- Viva el conjunto de valores y actitudes que
conforman una concepción cristiana de la persona y de la vida social.
- Integre coherentemente ideas, creencias, valores y
comportamientos.
- Esté abierto a un mundo cambiante situándose en la
vida social desde unos principios basados en el Evangelio.
El colegio viatoriano, como estructura al
servicio de la sociedad, ofrece y propone un programa educativo integral, para la construcción de un mundo mejor según
la Doctrina Social de la Iglesia. Cada estamento de la Comunidad Educativa
trabaja para que cada miembro de la misma:
- Use
la propia libertad con respeto a la de los demás.
- Se capacite
para el compromiso gratuito y la vivencia de la fraternidad humana.
- Asuma
la realidad intercultural de nuestra sociedad como un valor positivo.
- Potencie la sinceridad en las relaciones, la sociabilidad y el
compañerismo, el trabajo en equipo, la comprensión, el servicio a los
demás.
- Sea sensible a la justicia social y a las exigencias de la
dignidad e igualdad entre todas las personas.
- Conozca y respete los derechos de la infancia aprobados por la
Asamblea General de Naciones Unidas.
- Se forme en los Derechos Humanos fundamentales, y en sus
correspondientes deberes, así como en la Doctrina Social de la Iglesia.
- Desarrolle el sentido crítico y la toma de conciencia ante las
situaciones de pobreza y opresión humanas; se comprometa solidariamente en
la mejora de la sociedad; valore el sentido de la gratuidad y el
voluntariado.
- Se forme cívicamente para la aceptación de las justas leyes de
convivencia, para la preservación y mejora del medio ambiente y para el
respeto del patrimonio común.
- Crezca en sentido de pertenencia y compromiso con la sociedad cercana
e internacional.
- Propicie la participación de los alumnos de forma activa y
comprometida en la dinámica educativa del centro.
2.3. Dimensión religiosa
El colegio viatoriano, como estructura al
servicio de la evangelización de la Iglesia, ofrece y propone un programa educativo integral, en el que presenta
la persona y el mensaje de Jesús de Nazaret como modelo de felicidad. Invita a
cada miembro de la Comunidad Educativa a trabajar esta dimensión. Para ello:
- Entiende que cuantos pertenecen a la Comunidad Educativa, conocen,
aceptan, respetan y potencian su identidad.
- Procura que todos los procesos educativos, las estructuras, los
contenidos curriculares y las relaciones sean coherentes con el Evangelio.
- Asume y comparte los criterios pastorales de la Iglesia local para
llevar adelante su misión evangelizadora.
- Promueve el desarrollo de la dimensión religiosa de la persona, y
la apertura a la trascendencia, en todos los componentes de la comunidad
educativa -sean creyentes o no-, mediante:
- La educación de la interioridad y el desarrollo de la competencia espiritual.
- La educación en valores y actitudes humanas que nos abren a los demás.
- Una actitud de apertura y respeto a otras confesiones cristianas
(ecumenismo) y a otras religiones (diálogo interreligioso), así como con los no
creyentes.
- Ofrece un primer anuncio del Evangelio que favorezca una verdadera
experiencia personal de fe, mediante:
- La presentación significativa del camino abierto por Jesús de Nazaret y
la Virgen María.
- El contacto asiduo con la Palabra de Dios.
- La interpretación de la realidad individual y social desde claves
evangélicas.
- La oración personal y comunitaria, momentos de celebración litúrgica y
convivencias cristianas.
- Encuentros específicos con otros creyentes y comunidades cristianas
- Actividades solidarias y de voluntariado.
- Orienta
profesionalmente para conseguir el desarrollo personal y la contribución
al bien común. Incluye en su
acción educativa la atención a la dimensión vocacional inherente
a toda existencia humana y cristiana, en conformidad con la persona
y el mensaje de Jesús de Nazaret.