En este mundo marcado por fuertes brechas sociales y por condiciones de vida infrahumanas para muchos de nuestros hermanos, la tarea educativa se convierte en un espacio privilegiado para la formación de personas críticas y creativas, capaces de interpretar la realidad y de comprometerse en la transformación de la misma. Personas con conciencia social y planetaria que integren en su proyecto de vida la búsqueda del bien común, el servicio y la defensa de los derechos humanos y de los pueblos.
Desde los diferentes contextos, lugares y plataformas, trabajamos con otros y otras para crear estos espacios de humanidad, que den respuesta, en la medida de lo posible, a los desafíos de las nuevas pobrezas. Jesús de Nazaret y su proyecto de Reino y el testimonio de tantas personas que entregan la vida en este empeño, es la motivación para este compromiso.
Te dejamos con Paloma Montero en el vídeo...