Parábola literaria sobre las matemáticas
A Miguel no le gustaba el queso y nunca le había gustado. Ya no recordaba desde cuándo no le gustaba el queso; el caso es que no le gustaba y punto. Por eso no llevaba bocadillo de queso cuando iba de excursión con el colegio y, en su cumpleaños, no había ni tarta de queso ni pizza con queso.Para seguir leyendo: